Apple desafía en los tribunales la orden de la Comisión Europea sobre la compatibilidad de sus productos
Bruselas pretende que los sistemas operativos y los dispositivos de la big tech californiana sean compatibles con los de su competencia.

Tim Cook destacó las ganancias de la empresa que dirige desde el 2011/ Mladen Antonov
La compañía tecnológica Apple ha presentado un recurso legal contra una orden de la Comisión Europea, poder Ejecutivo del bloque, que la obligaría a hacer que su sistema operativo iOS sea plenamente compatible con productos y servicios de empresas rivales.
La medida se enmarca en el cumplimiento de la Ley de Mercados Digitales (DMA, por sus siglas en inglés), que busca limitar el dominio de las grandes plataformas tecnológicas.
La Comisión acusa a Apple de actuar como un “guardián de acceso” al imponer restricciones técnicas y comerciales a terceros fabricantes. En concreto, Bruselas exige que el ecosistema de iPhone sea más abierto: que relojes inteligentes, auriculares o aplicaciones de terceros puedan interactuar sin obstáculos con funciones del sistema iOS como notificaciones, Bluetooth, pagos o mensajería.
La big tech ha rechazado esa imposición por considerarla “poco razonable y desproporcionada”. En su recurso, defiende que estas exigencias amenazan la privacidad y la seguridad de los usuarios y suponen un riesgo técnico considerable. Además, la compañía cree que se está aplicando una presión injustificada contra su modelo de negocio.
Si Apple no se adapta a las normas de la DMA, podría enfrentarse a sanciones que alcanzarían hasta el 10 % de su facturación global anual, o incluso el 20 % en caso de reincidencia. Esto supondría una multa potencial de más de 30.000 millones de dólares, en función de sus ingresos de 2024.
A la espera de que se resuelva el litigio, la Comisión exige que las medidas empiecen a aplicarse. Apple ha movilizado un equipo de más de 500 ingenieros para explorar soluciones técnicas, aunque insiste en que la interoperabilidad no debería sacrificarse a costa de la experiencia del usuario.
El conflicto es uno más de una serie de roces entre Bruselas y las grandes tecnológicas. Google, Meta y Amazon también están bajo escrutinio. Pero el caso de Apple, por su modelo cerrado y su resistencia a ceder el control del iPhone, podría convertirse en el más emblemático de esta nueva era regulatoria en Europa.